Brick Wars (a ladrillazos)
Me ha resultado especialemente curiosa esta noticia en El País , donde describen la competencia fiera que están teniendo los promotores para poder vender sus pisos, a la que ahora se suman los Bancos… y ya se sabe, la Banca siempre gana.
Todo esto era de prever, como casi todo lo que ha pasado, pese a que los escépticos pensaran que el ladrillo era una fuente inagotable de Euros (sin saberse muy bien por qué). Esos mismos especuladores, posiblemente de las capas sociales más enriquecidas en buena parte, se alarman y gritan por los niveles de paro que hay. Los que crearon este tejido productivo ahora inservible, denuncian lo que provocaron, como si hubiera un responsable etéreo, invisible, que hace que la responsabilidad consecuencias nunca caiga en uno mismo.
Los que fueron embargados por los bancos porque no fueron capaces de hacer negocios, se indignan ahora porque éstos están devolviendo el ladrillo a valores “de mercado”, esta regla por la que se enriquecieron obscenamente, abusando de su posición de fuerza. Por una vez, me alegro de que la Banca haga esta labor de regulación de mercado (no le queda otra, también hay que decir).
¿Es usted inversor? ¿Trabajador de la construcción? Deje de lamentarse, de acusar lastimeramente y corra, huya del ladrillo y sumérjase en nuevas energías, nuevas tecnologías, cualquier cosa que aporte valor a esta sociedad mimada. Tardará tiempo, pero es un camino que habrá que andar.