Proyectando. El caso Sacyr.

1140492156_5c28904104_nSe ha hablado mucho del proyecto Sacyr. Para los que no han estado pendientes de las noticias, el caso se resume en que ganaron el concurso de hacer la ampliación del  Canal de Panamá. Una vez iniciado, se percataron de que tendría que haber un sobrecoste que supone un 50% del proyecto, pidiendo unos 1.600 millones de dólares adicionales.

Si esto fuese cierto, es evidente que se la han colado al Gobierno de Panamá, pero bien. No sólo es responsable Sacyr, también el Gobierno de Panamá por no haber sabido abrir la licitación adecuadamente. No es de extrañar que una de las empresas que perdieron la licitación, Bechtel,  han entrado en cólera, advirtiendo que el importe por el que se adjudicó, “no daba ni para poner el hormigón”.

Si esto sucede en obras de ingeniería civil, un sector donde se llevan haciendo proyectos milenios, no podemos extrañarnos de que suceda en proyectos de software.  Desde Acilia Internet, contemplamos atónitos cómo licitaciones en las que participamos, se terminan adjudicando por un 50% (¡o menos!) de lo que se proyectaron. Y no sólo eso, los licitadores se jactan del precio conseguido. Algo que constatamos es que casi todos (por no decir todos) los proyectos que se contratan así terminan con altísimos sobrecostes o fracasando.

La responsabilidad en este caso tiene dos caras. La empresa adjudicataria puede o haber jugado sucio, o no haber sabido delimitar el proyecto, lo cual denotaría incompetencia. La empresa o entidad que contrata tiene una gran responsabilidad… no habiendo exigido las suficientes garantías técnicas. Es como si vamos mañana a ofrecernos a la NASA a hacer cohetes un 90% más barato, sin tener ni idea del asunto, y la NASA nos contrata. ¿Ridículo? Esto sucede todos los días en el mercado de contratación de proyectos de software.

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